martes, 10 de mayo de 2011

Las Instituciones Educativas también "Enferman"


Por: Cirilo Sixto Polo Campos

En muchas instituciones hay aspectos que dificultan su buena intención y rompen el espíritu democrático, y en general atrasan la gestión institucional, y se nota en las relaciones interpersonales negativas, lo que indica que la institución padece algunas "enfermedades" que ocasionan disfuncionalidades en el cumplimiento de la misión y visión institucional, pues se priorizan objetivos egoístas o apetitos personales, que distorsionan los grandes objetivos y liderazgos, que pueden acabar con la institución. Entre estas "enfermedades" tenemos:

- "Carguitis": Hay docentes que sin un cargo (jefes), no pueden autorrealizarse y luchan como sea para lograrlo. ¿El fin justifica los medios?

- "Confusionitis": Se confunde cantidad con calidad, ejemplo, profesor que permanece o está más tiempo en la institución (aunque no haga nada productivo y al contrario fastidie) está "cumpliendo" y es mas "fiel" a la institución.

- "Dictaduritis": Se confunde democracia con imposición. Hablan de democracia, pero son dictadores o autócratas; casi siempre imponen sus criterios y acciones.

- "Dependicitis": Se dan casos que los estudiantes determinan lo que se tiene que hacer. El profesor ha perdido su autoridad, o tiene rabo de paja, que permite prácticamente todo. El estudiante es la razón de ser de la institución educativa, hay que tratarlo bien, con respeto de sus deberes y derechos, apoyarlo para que desarrolle sus potencialidades; sin embargo, hay alumnos o alumnas que son "chocheras" o “preferidos”, y no se les debe desaprobar. Tienen derechos pero con cumplimiento de deberes. No permitamos la mediocridad que es otra enfermedad.

- "Priviligites": Algunos (as) docentes son intocables y hacen lo que quieren y nadie les dice nada; se creen los dueños de la institución y sólo lo que ellos (as) dicen, vale. Así es como imponen horarios, se "adueñan" de un curso y no aceptan ningún otro, lo que propicia un desgobierno y descuido de la misión y visión institucional, y el descontento de quienes se ven o nos vemos "marginados" ¿Por qué creen que hay docentes que no aceptan un reloj tarjetero de control de asistencia?

- "Cinismitis (de cinismo): Hermana de la hipocresía. Falta coherencia: decimos una cosa y hacemos otra. Las personas se les conocen por hechos, no por palabras, son los verdaderos cínicos, es decir gente que sabe el precio de todo y el valor de nada.

-"Moralitis": Hay quienes toman como escudo la moral, hablando de ella y son los más inmorales. Se fijan en la paja que tiene el colega (vecino) y no la viga que tienen (hipocresía), y se agrava la enfermedad, echando la culpa a otros, por cosas que quieren esconder, es que el "ladrón piensa en su condición..."

- "Mediocrititis": El nivel educativo de nuestros estudiantes es bajo; sin embargo, pareciera que algunos "nos esforzamos" por bajar aún más este nivel, permitiendo que el estudiante no cumpla plenamente su papel. Por otro lado, esta mediocridad se manifiesta, viendo en otro sus propias faltas, defienden a capa y espada sus intereses personales, no afrontamos nuestra culpa, sino que queremos que pase como si nada y se olvide la culpa propia.

- "Práctica de antivalores": Falta de respeto, pasando sobre el otro; los valores que se practican no son precisamente los éticos. Es humano crecer cualitativa y cuantitativamente, pero ¡ojo!, sin hacer daño al otro. Al contrario, una buena actitud, debe interesarse, no solamente no hacer daño a otro, sino que hacemos por él.

En las instituciones no deben existir estos problemas. Eliminemos el paradigma de suma cero; es decir, yo gano tú pierdes; cambiémoslo por yo gano tú ganas. Revirtamos estos problemas que pueden acabar con las instituciones y de paso con nuestros centros de trabajo.